dimecres, d’octubre 31, 2007

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap16

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (31.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Paciencia

Enamorarse es una cosa difícil. No por el hecho en sí, si no por las repercusiones que ese amor puede tener en las personas.

La primera vez que me enamoré era un inocente adolescente de quince años. Y lo hice de una mujer mayor que al final me dejó por otro. Uno más joven aún.

Juré que, si volvía enamorarme, debería hacerlo lentamente, sin prisas. No quería volver a sentir la caída para acabar haciendo ‘plof’. Porque ese ‘plof’ no es precisamente indoloro. Pero el amor es un sentimiento que puede llegar inadvertido. Y eso es lo que ocurrió la segunda vez que me enamoré.

Llegó de repente, sin avisarme de que venía para instalarse indefinidamente en mi corazón. Vino, llamó a la puerta y se quedó.

Pero lo que no entendía fue cómo pude enamorarme de una mujer más joven que yo. Siete años más joven. Y encima, para rematar la faena, la mejor amiga de mi hermana.

Me di cuenta de que había vuelto a caer en las redes del amor cuando tenía veintitrés años. Yo había tenido mis más y mis menos en lo que a relaciones amorosas se refiere, pero lo último que se me pasó por la cabeza fue que sería una joven de dieciséis años, bella y madura, quien me quitaría el aliento.

Pero... la edad.

Intenté borrarla de mi mente y exorcizarla de mi corazón, pero su rostro se negaba a abandonarme. Llegaron entonces los sueños, demasiado vívidos para mi salud mental. Cada vez que la veía por la calle o que visitaba a mi hermana en casa, me entraban unas ganas de besarla y de demostrarle lo que podíamos hacer con nuestros cuerpos...

Intenté, una y otra vez, olvidarla. Pero fue inútil.

Así que probé otro método. Esperar.

Esperé dos años para confesarle que estaba enamorado de ella. No sé quién se quedó más sorprendido: ella, porque nunca creyó que sintiera algo así, o yo, cuando me dijo que sentía lo mismo.

Y desde entonces soy un hombre enamorado y feliz de serlo.

Nuestras familias se sorprendieron al conocer nuestro noviazgo, pero nos apoyaron mucho. Nuestros amigos nos congratularon con alegría y brindaron por nosotros.

Y un año después, el día de nuestro primer aniversario, le pedí que se casara conmigo. Ella dijo que sí.

Y así es como conocí el verdadero amor, y como entendí que ser constante y positivo es bueno para la vida.

Y como siempre decía mi madre cuando era pequeño: Hijo, la paciencia es la madre de la ciencia.

¡Qué razón tenía!

Notas de la autora: De hecho, mi madre siempre lo dice (en catalán, claro): Filla, la paciència és la mare de la ciència. Y lo cierto es que tiene toda la razón del mundo.
Pero dime: qué harías tú si te enteraras de que Touya está enamorado de ti? Dejarlo seco, por supuesto!!!
Dejad vuestros comentario, y vuestras sugerencias, que ayudan mucho!!
Saludos, Mery

dimarts, d’octubre 30, 2007

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap15

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (30.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Otoño

El otoño siempre fue mi estación favorita. Por los buenos y los malos momentos.

En otoño nació mi hermana, una mañana templada de septiembre, cuando los días empiezan a hacerse más cortos y las noches más frescas.

En otoño murió mi madre. Una mujer joven, con familia, con toda una vida por delante. Pero a mis pocos años de edad, pude comprender la fuerza que una persona reúne cuando sabe que le queda poco tiempo de vida. Viviendo cada día como si fuera el último, sin arrepentimientos.

En otoño conocí a mi mejor amigo, en el primer año de secundaria. Un gran amigo que conoce mis sentimientos, mis secretos, mis defectos y virtudes, mis sueños, mis miedos.

En otoño te conocí a ti. Con sólo once años, eras una muchacha alegre y vivaracha, con una sonrisa que siempre adornaba tu rostro, y unos ojos sinceros y profundos.

En otoño conocí al mocoso. Un chico chino que supe que me traería problemas.

En otoño el mocoso se marchó, y yo vi cómo la alegría se esfumaba de los ojos de mi hermana. Y me di cuenta de que pasaría por malos momentos. Pero también sabía que el mocoso volvería para hacerla feliz.

En otoño volvió el mocoso, y con él mi hermana floreció como una margarita cuando llega la primavera.

En otoño me compré mi moto y empecé mis estudios universitarios.

En otoño me di cuenta de que me había enamorado de ti. Una chiquilla a la que le llevaba muchos años, pero a la que amaba y respetaba. A la que imaginaba pasando todos los días de mi vida a mi lado.

En otoño me confesaste que me amabas. Que no podías ocultarlo más. Que tu corazón no podía soportar el secreto. Me dijiste que sabías que yo no sentía lo mismo, que te veía como la amiga de mi hermana, que nunca podría sentir por ti lo que tú sentías por mí.

En otoño te dije que te equivocabas. Te dije que yo también te amaba y que no podía soportar ocultártelo más, que sólo me negaba a admitirlo porque creía que no era lo suficientemente bueno para ti.

En otoño te besé por primera vez. Sentir tus labios sobre los míos fue como un milagro, un sueño hecho realidad.

En otoño hicimos el amor. Yo te entregué mi cuerpo y mi alma, y tu me respondiste de la misma manera. Fue una noche mágica, en la que compartimos más que unos minutos de placer.

En otoño te pedí que te casaras conmigo. Tú empezaste a llorar y me aceptaste con lágrimas en los ojos. Saltaste a mis brazos y reías de felicidad. Nos besamos bajo los árboles en el parque, viendo el sol desaparecer tras el horizonte.

En otoño nos casamos. Una ceremonia pequeña, con sólo unos pocos invitados, en el jardín. Tú llevabas un vestido blanco, y parecías un ángel. Yo llevaba un traje, y con tus ojos me decías que tenías ganas de que llegara la noche, para poder desvestirme y hacer travesuras con tu marido.

En otoño me dijiste que te encontrabas mal. Fuimos al médico y nos llevamos una grata sorpresa al saber que estabas embarazada. Tu rostro se iluminó al oír las palabras, y me sonreíste ampliamente. El doctor nos dejó a solas para que celebráramos la buena nueva.

En otoño paseamos con nuestro hijo por el parque por primera vez, y le enseñamos, aún a su temprana edad, los lugares donde tú y yo habíamos vivido y amado. Le mostramos el árbol bajo el que te propuse matrimonio.

En otoño, muchos años después, paseé por las calles que nos vieron crecer, a sola, por primera vez en mucho tiempo. Acababa de perderte. Un desafortunado accidente.

En otoño siempre iba a visitarte y a dejar un ramo de lirios blancos en tu tumba, tus flores favoritas. Te explicaba lo que había pasado durante ese año, las noticias que sabía que te preocuparían y aquellas pequeñas cosas que sabía que te harían reír con ganas.

En otoño me reuní contigo.

Y en otoño, siempre paseamos cogidos de la mano bajo los árboles medio desnudos, y el viento revoloteando a nuestro alrededor, y el sol, imponente, dando la bienvenida a un nuevo anochecer.

Notas de la autora: Estamos en otoño...
Sé que Sakura nace el primero de abril, pero me he tomado esa licencia de cambiarle el cumpleaños. Espero que no os importe.
Dejad vuestros comentario, y vuestras sugerencias, que ayudan mucho!!
Saludos, Mery

dilluns, d’octubre 29, 2007

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap14

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (29.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Noches

A los seis años, en las noches de primavera, mis padres se sentaban en el jardín a ver las estrellas. Mamá tenía molestias porque estaba embarazada de Sakura y decía que ver el cielo junto a papá las tranquilizaba. Recuerdo que papá dejaba que mamá se acurrucara a su lado, y le acariciaba la abultada barriguita con suavidad.

A los diez años mis noches se volvieron tristes y oscuras como nunca. De vez en cuando, al despertarme después de una pesadilla, oía a papá llorar desde mi habitación. Lloraba por la pérdida de mamá. Sakura no era consciente de que mamá no volvería, pues era demasiado pequeña; sólo tenía tres años. Pero yo sabía que papá sufría y que yo debía empezar a ayudar en casa. Empezar a criar a mi hermana.

A los diecisiete años, mis noches las pasaba en el escritorio, estudiando para los exámenes finales de Secundaria. A veces Yukito me acompañaba. Y a veces Sakura nos preparaba la cena.

A los diecinueve años, pasé algunas noches de fiesta, con mis amigos. Íbamos a los bares a reír y a charlar, a bailar y a beber. O a ligar, si la situación era favorable.

A los veintidós años, mis noches las pasaba estudiando de nuevo, esta vez para los exámenes de universidad. Yukito no estudiaba entonces conmigo, pues había decidido encaminar su vida por otras lares, junto a su novia. Y Sakura no me hacía la cena en aquella noches que pasaba en vela, con una luz como sola compañía. Sakura estaba demasiado ocupada atendiendo su papel como novia del mocoso. Y tú, no sé aún cómo, te enteraste de que pasaba esas noches a solas, y quisiste acompañarme esas horas. Me preparabas un tentempié, y te sentabas en mi cama, como si ya fueras dueña de ella, y leías un libro o estudiabas tus propios apuntes. Nunca interrumpías con preguntas o con comentarios frívolos. Lo que no sabías era que me interrumpías con sólo saber que estabas allí conmigo. En mi cama.

A los veinticuatro años, pasaba mis noches relajado en el salón, viendo la tele. Era lo que necesitaba a aquellas horas, después de una jornada de trabajo. Papá no estaba algunas tardes, pues las pasaba en la biblioteca, o a veces salía a cenar con alguna compañera. Sakura estaba ensimismada con el mocoso. A esos dos no podías separarlos ni un minuto. Y sé que tu también notabas su ausencia. Por eso seguías viniendo todas las noches para pasarlas conmigo. A veces mirábamos la tele, hablábamos sobre cualquier cosa que se nos ocurriera o nos pasábamos las horas en silencio, pues tu estudiabas y yo te observaba hacerlo. Yo me preguntaba si notabas mi mirada fijada en ti. Creo que sí...

A los veinticinco años, una noche de verano, en la que ambos nos quedamos, una vez más, a solas en casa, tú llegaste vestida con un conjunto en blanco. La camisa era ligera y acentuaba tus atributos sutilmente, y los pantalones se ajustaban a tu cintura, resaltando tus curvas con elegancia. Tus zapatos estilizaban tu figura y dejaban ver la forma de unos pies bonitos. Entraste en casa como si la poseyeras, como si me poseyeras a mí.

A los veintiséis años pasaba las noches en la cama, desnudo, con una ligera sábana cubriendo mi cuerpo. Y sentía tu piel caliente contra mí. Sentía tu respiración, agitada por los minutos que pasaba tentándote con mis besos, excitándote con mis manos y mis dedos. Provocándote. Haciéndote el amor.

A los veintisiete años paso las noches amándote como el primer día, y disfrutando del cielo estrellado en el jardín mientras acaricio tu barriguita abultada, y sintiendo a nuestro hijo revolviéndose en tu interior.

Y espero impaciente los treinta, los cuarenta, los cincuenta... Espero pasar todas esas noches contigo, demostrándote que cada día te amo más que el anterior y formando la familia que siempre hemos deseado.

Noche tras noche, contigo.

Notas de la autora: Cómo queréis pasar las noches, si tenéis a Touya cerquita? No creo que necesite saber la respuesta a ello!! Dejadlo para vuestra imaginación. Y a aquellas que habéis encontrado a vuestro Touya particular, amadlo todas las noches...
Dejad vuestros comentario, y vuestras sugerencias, que ayudan mucho!!
Saludos, Mery

diumenge, d’octubre 28, 2007

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap13

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (28.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Magia

Conocí la magia con once años, justo un año después de que mi madre falleciera. Fue ella quien hizo que me diera cuenta de mis poderes especiales, pues fue ella la primera presencia que sentí, animándome cada día y protegiéndome por las noches.

Mis habilidades se desarrollaron cada vez más, provocando que tuviera nuevas visiones y presentimientos. Ya no sólo sentía esas presencias y sus sentimientos, sino que además las oía hablar y, poco a poco, empecé a ver sombras que se movían a mi alrededor, hasta que al fin fui capaz de verlas con claridad y comunicarme con ellas.

Seis años más tarde, con mis poderes totalmente desarrollados, conocí a mi mejor amigo, Yukito, y con él empecé a tener nuevas vibraciones, que procedían de él mismo. Y supe que mis poderes no existían en vano.

Mi hermana conoció la magia con once años, al encontrar un libro perdido y descubrir que había de reunir las cartas de Clow. Y la sorpresa llegó cuando sentí una nueva presencia en casa, que ayudaba y alentaba a mi hermana para que llevara a cabo su misión con éxito. Y con el peluche llegó el mocoso, y empezaron a ocurrir las cosas más raras por esta ciudad.

Y tu conociste la magia junto a mi hermana. La ayudabas con tu alegría y tu fuerza, la vestías con tus creaciones y la filmabas para que sus esfuerzos nunca fueran olvidados.

Pero conocer esa magia no fue tan excitante como descubrir tu propia magia.

Quizá no tuvieras poderes sobrehumanos o leyeras la mente. Quizá no fueras una bruja o un hada que hace pócimas o cumple los deseos de los demás con su varita mágica. Quizá no vieras a los espíritus ni sintieras las emociones que transmiten los demás. Quizá no realizabas encantamientos ni preparabas ungüentos.

Pero tú haces que yo sea una mejor persona, haces que me sienta feliz, haces que mis mañanas empiecen con una sonrisa, haces que mis días estén llenos de bellos momentos, haces que mis noches sean románticas y apasionadas.

Haces que mi vida sea perfecta.

Porque tu eres mi magia.

Notas de la autora: Si tuvieras poderes especiales, cómo los usarías? Yo tengo una sugerencia en particular, pero no creo que estéis preparados para oírla... Jajaja... Aunque os puedo dar una pista... Touya, con poca ropa...
Algunos habéis preguntado qué significa ‘kleenex’, el título de una de las historias anteriores. Pues bien, se trata de un pañuelo desechable. Aquí en España es un término que se usa mucho. Siento la confusión.
Dejad vuestros comentario, y vuestras sugerencias, que ayudan mucho!!
Saludos, Mery

dissabte, d’octubre 27, 2007

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap12

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (26.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Lluvia

La lluvia caía lentamente contra las ventanas, cerradas a cal y canto, de toda la casa. Sólo se oía el rumor constante de las gotas de agua cayendo sobre la ciudad, sobre las cabezas de los desafortunados que se habían visto sorprendidos por la tormenta.

Estaba cómodamente sentado en el sofá, viendo la lluvia caer, cuando de pronto oí la puerta abrirse, y allí estabas tú, empapada, con el pelo mojado pegado a tu rostro, y las gotas resbalando por tus mejillas, por tu cuello, por tu pecho...

La ropa que llevabas se había amoldado a tu figura como un guante, lo que producía un interesante efecto en mí. Se veían tus curvas con tanta claridad, que sentí celos de cualquier hombre que pudiera haberte visto de ese modo bajo el chaparrón.

Tiraste la bolsa en el suelo y te quitaste el vestido, dejando a la vista un hermoso cuerpo cubierto por minúsculas prendas de encaje. Tus pechos intentaban salir de su cobijo en el sostén que transparentaba tus rosados pezones, y tus braguitas no dejaban nada a mi imaginación.

Al fin te miré a la cara y noté una sonrisa dulce y traviesa en tus labios, tentándome a que fuera hacia ti y que te secara con mis besos.

Desde aquel día, siempre te dejas el paraguas en casa.

Notas de la autora: En serio, qué harías tu si te encontraras a Touya en casa y necesitaras una toalla? Irías a buscarla o dejarías que él se encargara de eso?!!!!
Dejad vuestros comentario, y vuestras sugerencias, que ayudan mucho!!
Saludos, Mery

dijous, d’octubre 25, 2007

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap11

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (25.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Kleenex

Siempre me ha hecho gracia la fijación que tenéis las chicas por las películas románticas. Aquellas que os hacen emocionar, que os hacen reír y llorar a la vez, aquellas que os hacen pensar qué demonios estáis esperando en dejar a vuestro novio y buscaros a un hombre de verdad, a un hombre perfecto. Aquellas que os hacen pensar por qué vuestra primera vez no fue tan bonita como la de las chicas de las pelis, o por qué vuestro primer beso no sabía a miel y a chocolate.

Pero ahora, cuando te pregunto que es lo que te gusta de las películas, y tu me respondes que lo más bonito es que la mitad de las cosas son simple invención, que la vida no es perfecta. Que el chico perfecto no está esperando ahí fuera a que lo vayas a buscar.

Y tú me dices que lo bonito del amor es que se encuentra, no en las grandes demostraciones de amor, sino en los detalles, en las pequeñas cosas de cada día, que hacen que tu corazón palpite a mil por ahora.

Porque lo verdadero se hace esperar, y porque lo perfecto se consigue a base de practicar. Porque lo emocionante no es la miel sino el picante.

Y yo no hago otra cosa más que sonreír y ofrecerte un kleenex. Porque las mujeres embarazadas os emocionáis por todo.

Notas de la autora: Y yo me pregunto... ¿de dónde demonios ha salido el kleenex? Pues, con toda sinceridad, del diccionario, porque no se me ocurrían buenas palabras para la K.
Dejad vuestros comentarios, y vuestras sugerencias, que ayudan mucho!!
Saludos, Mery

dimecres, d’octubre 24, 2007

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap10

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (24.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Juramento


Con sólo siete años, y cuando no hacía ni un par de días que había perdido a mi madre, me prometí a mí mismo que siempre protegería a mi hermana de cualquier cosa o persona que pudiera dañarla. Me prometí que sería su ángel guardián.

Poco sabía yo entonces, que diez años después, mi querida hermana sería la dueña de dos guardianes de verdad, uno que tenía forma de peluche y uno que no era otro que mi mejor amigo.

Con sólo dieciocho años, me prometí a mí mismo que no sólo protegería a mi hermana, sino a todas las personas de mi vida a las que amaba y respetaba.

Lo que yo no sabía entonces es que era yo el que necesitaba protección.

De ti.

Porque mi corazón hizo caer todos los muros que había construido a su alrededor durante años, con sólo mirarte.

Porque mi cuerpo se encendió como una llama ardiente que no quería apagarse cuando tus labios rozaron los míos.

Porque mi vida no valía nada si tú no formabas parte de ella.

Con sólo veintiséis años, te acepto como esposa, y prometo amarte y respetarte hasta que la muerte nos separe. Y te juro, aunque eso no lo digo en alto delante de los invitados, que protegeré tu vida con la mía. Y juro que cada día daré gracias a los dioses por haberte traído a mi vida. Y juro que te amaré todas las noches, y que amaré a los hijos que creemos juntos.

Y juro que mi corazón, mi cuerpo, y mi alma, serán por siempre tuyos.

Notas de la autora: Yo no sé vosotros, pero siempre he pensado que, en la actualidad, la institución del matrimonio (y ojo, que no me refiero a ella en el plano religioso, sino en el personal e íntimo, entre dos personas que se hacen una promesa mutua) ha quedado totalmente destruida. Quizá es que soy demasiado romántica, y me gustan los finales felices, pero cuando dos personas deciden compartir su vida, no deberían hacerlo a la ligera y casarse por que les conviene, y que si no funciona siempre pueden pedir la separación o el divorcio. Es cierto que no deja de ser más que un papel ante el gobierno, pero los lazos no son más fuertes en el corazón? O es que eso ya no importa?
Bueno, disculpad la perorata, que me ha salido casi más larga que la historia en sí.
Dejad vuestros comentarios, y vuestras sugerencias, que ayudan mucho!!
Saludos, Mery

WEAKNESSES

WEAKNESSES (24.10.07)

Disclaimer: I don’t own Harry Potter and any of the elements of J K Rowling’s world.

Warning: Unbetaed (Is the word even correct??)


The room was in the dark since the thick curtains were getting in the way of the weak sunbeams to light the room.

Near the window there was a bed, in which a pale young woman was lying, and could barely move, connected to every kind of devices to monitor her. One of them was zooming repeatedly in her companion’s ears. The steady beeps were interrupting his rest.

Knowing he couldn’t sleep, he got up from the uncomfortable chair he was sitting on and went out to the wide corridors of the hospital to walk.

Once he was out, he went to the coffee machine in the smoking room. There, he lit a cigarette, even when he usually didn’t smoke, with a surprising calmness, and he drank a sip from the glass he was holding in his left hand.

He finished his cigarette, and went back to the room. The wide corridors, however, became a narrow and never-ending path to his misfortune. Step by step he felt more anguished.

It had been a whole week since his beautiful girlfriend had gone into a coma. The doctors told him that in the accident, caused by a drunk driver, she bumped her head very badly, and lost conscience. Then she went into that pathological condition.

He hadn’t known anything until that same night, when he arrived after a difficult week of Death Eater sightings around Europe. He thought it was strange when he came back to an empty apartment. He called Hermione’s mother then, Helen, who, in tears, informed him of the accident. He hung up the phone and flew to the Muggle hospital.

While he was driving, he remembered moments before he left: they were arguing.

Tears rolled down his cheeks while he was remembering, and regretting, that awful spat. He felt guilty for not having said how much he loved her. Sorry for leaving her in the middle of a heated discussion.

He parked the car, and ran to her room... and there she found her.

Just a couple of hours had passed since he arrived, and absolutely nothing had changed. She didn’t feel the touch of his hands, the taste of his lips...

Sitting on the uncomfortable seat, he was watching his surroundings, not missing any detail. He didn’t want to think of anything bad, even when he couldn’t think of anything good...

Suddenly, unexpectedly, sleep claimed him...

A disturbing sound woke him up. The room was empty: they were the only occupants. He didn’t notice what was happening until a tall man, older and unkind, came into the room, followed by two nurses.

They made him go out, and he discovered where the noise came from: her heart was failing...

Silence reigned in the waiting room. He was alone again, smoking another cigarette, nervously this time.

He thought about what would he do if fate snatched his two little girls...

Author’s note: This was written for a writing contest in my school back in 2003, in Spanish. I have adapted it to my favourite couple. Yes, Hermione is supposed to be pregnant.
I hope you liked it, and review!!
Mery

dimarts, d’octubre 23, 2007

LA CULPA LA TUVO EL TREN. Epilogo alternativo

LA CULPA LA TUVO EL TREN (23.10.07)

Disclaimer: Los personajes de Card Captor Sakura es de Clamp y la trama de esta historia es mía.

Epílogo alternativo: Un viaje interespacial

Hoy recuerdo esa noche como la mejor noche de mi vida. Y recuerdo la mañana siguiente como la más vergonzosa.

Eran las ocho de la mañana, si no me equivoco. Yo estaba disfrutando de ese despertar, con Touya a mi lado, rodeándome con sus brazos y mordisqueándome la oreja. Habíamos cambiado de posición para vernos a la cara y acariciarnos con más libertad, cuando de pronto alguien tocó a la puerta. Yo intenté esconderme bajo las sábanas mientras Touya se ponía sus calzoncillos para abrir la puerta.

Oí la voz de Fujitaka, diciéndole a Touya que ya era hora de desayunar. Touya, por supuesto, respondió que bajaría en un segundo. Iba a cerrar la puerta, cuando su padre dijo:

“Tomoyo, cariño, Sakura podrá dejarte algo de ropa, pues he puesto la vuestra a lavar.”

Ante aquel comentario, ya no hacía falta que me escondiera. Me destapé, y con la voz, más natural que pude encontrar, dije:

“Muchas gracias, señor Kinomoto.”

Touya cerró la puerta, y se giró hacia mí, apoyándose contra la madera.

“Bueno, supongo que lo saben...”

“Supones...” secundé con una sonrisa, pues realmente no me importaba. Ya no.

“¿Quiere eso decir que no te importa que lo sepan?”

“En absoluto.”

“¿Quiere eso decir que, a partir de ahora, somos pareja?” se acercó lentamente a la cama.

“Eso espero... porque si no, creo que pronto sufrirás una muerte muy lenta,” reí.

“¿Quiere eso decir que me amas?”

“¿Más que a nada en este mundo Touya?”

“¿Y que siempre serás mías?” preguntó antes de besarme.

“Siempre,” le dije sin apenas aliento.

“¿Y que tienes hambre?”

“Muchas.”

“¿Por mí?”

“Por supuesto.”

Y, aun sabiendo que en el comedor había dos Kinomoto impacientes por vernos, Touya y yo nos tomamos un tiempo para saciar nuestra hambre. Después ya comeríamos.

--------------

Mi padre y mi hermana recibieron la noticia sorprendentemente bien. Mi padre bromeó diciendo que casi le dio un patatús al ver toda nuestra ropa tirada por el salón, y Sakura hizo alusiones a que sus paredes eran de papel, pues se oía de todo.

Aun me preguntó cómo demonios pudieron tomárselo tan a la ligera. Supongo que sabrían algo que yo no.

Tomoyo se quedó aquel día en casa, y disfrutamos de un día tranquilo en familia: fuimos juntos a pasear por el parque, a comprar el pan y el periódico, preparamos la comida, vimos una película acurrucados en el sofá –que tantos recuerdos guardaban ya para los dos-, mantuvimos una animada charla con mi padre, cenamos... ¡y nos fuimos juntos a dormir!

Mi padre no se opuso a que Tomoyo y yo nos comportáramos como lo que éramos: una pareja enamorada que sufría una insaciable sed por el otro.

Y entre el hambre y la sed, Tomoyo y yo nos pasamos la noche entre bocados y sorbos.

---------------

Hacía tres días que Touya y yo éramos, oficialmente, pareja cuando mi madre regresó de Nueva York. La esperaba aquella noche.

¿Cómo le iba a contar que Touya era mi novio? ¿Mi amante?

Estaba esperando el tren esa tarde para volver a casa. Ahora miraba ese transporte con otros ojos: ¿qué habría pasado si Touya y yo no nos hubiéramos encontrado esa tarde?

El tren llegó puntual, y me subí al vagón, y como siempre, busqué un lugar donde sentarme. Me llevé una grata sorpresa al ver que Touya estaba sentado en el mismo asiento, y su maletín, que aquella tarde había estado en su regazo, ocupaba el asiento de al lado.

Su rostro se iluminó con una enorme sonrisa cuando vio que me acercaba a él. Apartó el maletín, dejando el asiento libre para mí. Me senté, arrojé mis cosas en el suelo, y lo besé, para interés del resto de viajeros.

Y empezamos a hablar, como el viernes anterior, y decidimos, después de meditarlo, que Touya vendría a casa a cenar al día siguiente para hablar con mi madre de nuestra relación.

Al llegar a la estación de Tomoeda, Touya me dio un casco y me hizo subir sobre su moto. Durante aquel viaje recordé los sentimiento que cuatro días antes experimenté en ese mismo sitio, en esa misma posición. Tus piernas se agarraron con fuerza a las caderas de mi novio, y mis manos tomaron vida propia, y a pesar de ir a ochenta kilómetros por hora, se dedicaron a estudiar con detenimiento el torso que Touya escondía bajo su chupa de cuero.

Unos momentos después llegamos a mi casa, pues esperaba a mi madre aquella noche. Nos llevamos una gran sorpresa cuando la vimos salir de casa, con sus brazos en jarras sobre su cintura, y saludó a Touya con una mueca de desagrado cuando me vio bajar de la Harley.

Por supuesto, fui rápidamente a saludarle una vez me saqué el casco. Touya aparcó la moto mientras yo daba la bienvenida a mi madre. Ninguna de las dos fue muy efusiva por reencontrarnos después de tantos días.

Sentí a Touya venir hacia nosotras, y muy amablemente, él saludó a mi madre. La mitrada que le dirigió a mi novio fue de completo odio. Touya ni se inmutó.

“¿Se puede saber qué le has hecho a mi hija para obligarla a subir a ese endemoniado trasto?” interrogó mi madre a Touya con voz seca.

Touya la miraba con el ceño fruncido, y contestó con el mismo tono de voz.

“A su hija no hay quien la obligue a hacer nada. Es mayorcita para tomar sus propias decisiones... señora.”

El corazón me dio un vuelco. Touya no sólo era un caballero, sino que, además, era mi propio caballero andante, el de la armadura brillante, que siempre va rescatando y defendiendo a las damas en apuros. No que yo lo necesitara, al fin y al cabo, me consideraba una mujer adulta, independiente y feminista, pero las hormonas son las hormonas, y a mí se me disparó el placer y la excitación por todo el cuerpo.

Cuando agarrara a ese caballero, iba a montarlo como si... bueno, bueno, me dejo de metáforas sexuales.

La cara que se le quedó a mi madre tras esa contestación fue muy graciosa. Primero, que eran pocas las personas las que se encaraban a Sonomi Daidouji. Y solo en el terreno profesional. En el personal, mi madre nunca había tenido que dar cuentas a nadie. Segundo, que Touya se estaba entrometiendo en un asunto familiar, por lo que mi madre consideraba que Touya se estaba metiendo donde no lo llamaban. Y tercero, que le estaban dejando muy claro que yo era una mujer que sabía tomar sus decisiones, que podía tomar las riendas de su vida, afrontar las consecuencias y no dar explicaciones a nadie.

“Eso significa que la has forzado...” continuó mi querida madre.

Esa fue, sin duda, la gota que colmó el vaso.

“¡Señora, le aconsejo que no me acuse sin tener ni idea de lo que está hablando!” se expresó mi novio en un grito que hizo temblar hasta la mismísima Torre de Tokio. Me dio la sensación que era hora que yo interviniera en la discusión. Allá iba...

“mamá, deberías tranquilizarte un poco...” le aconsejé a mi madre, con tanta calma como pude reunir. Me giré para dirigirme a Touya, quien seguía con los ojos clavados en mi madre. Mis manos se colocaron sobre sus brazos y empecé a masajearlos para liberar la tensión de sus músculos. Con voz suave, y suficientemente alta como para que mi madre me oyera, le dije: “Cariño, cálmate. En el fondo creo que mi madre estaba...” busqué la palabra más adecuada, “preocupada. Así que no te pongas más nervioso, y arreglamos el malentendido como personas civilizadas. Tú sabes que ni me has forzado, y yo también lo sé. Eso es lo más importante. Lo que crean los demás es cosa suya... Te aseguro que a mí no me afecta.”

Suspirando, Touya unió una de sus manos con la mía, que seguí acariciando su brazo.

“a mí sí que me importa cuando tu madre piensa mal de ti,” me dijo. Y separándose de mí, se volvió a mi madre, que había estado observándonos todo el rato. “Señora Daidouji, le pido disculpas por haberle gritado, pero no dudaré en hacerlo de nuevo si la integridad de mi novia vuelve a ponerse en duda.”

¡Dios mío! Touya calmándose y disculpándose... Mi madre tan sorprendida que se había quedado sin voz, yo con la una sonrisa tan brillante que si compartiera contra mil soles seguro que ganaría... ¿Qué más sorpresas me deparaba el futuro? Pensé. Y la respuesta la obtuve un segundo más tarde... Siempre dicen que tengas cuidado con lo que deseas, ¿no es cierto?

“He venido aquí con su hija porque ella me lo ha pedido... Y aprovechando que estamos aclarando las cosas, sólo me queda decirle que amo a su hija, que tengo intención de casarme con ella en un futuro no muy lejano, y que nunca la he forzado... Así que vaya acostumbrándose a mi cara...”

Y con esas palabras, Touya me besó. Delante de mi madre, patidifusa por el rumbo que habían tomado las cosas.

Y yo, feliz porque era amada.

Cuando nos separamos, él me miró como si fuera la octava maravilla del mundo. Con un corto beso nos despedimos. Se montó en la moto y se marchó.

Al girarme para entrar en casa, me di cuenta de que mamá seguía en la misma posición.

Le sonreí. ¡Pobre mamá, lo que le esperaba con ese yerno!

Entré en casa y me dije: “La vida es maravillosa. Y la culpa la tiene el tren.”

Notas de la autora:¿Os acordáis que comenté que había escrito dos capítulos 4, y que me decidí por el que más me gustó? Pues este es el que escribí originalmente. Espero que os haya gustado.
Dejad vuestros comentarios,
Mery


DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap9

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (23.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Inocencia


Habían sido los meses más maravillosos de mi vida, pues los había compartido contigo en plenitud. Nuestros besos eran cálidos, apasionados, electrizantes, increíbles.

Aquella noche, en la que celebrábamos nuestro cuarto mes juntos, te sorprendí con una cena romántica en el jardín de tu casa, con el consentimiento de tu madre, por supuesto. Estábamos los dos solos en la mansión. No había mayordomos ni guardaespaldas. Tú y yo, y la noche.

La cena fue magnífica. Llevabas un vestido negro, ajustado, que resaltaba tu ojos y tu sonrisa. Comimos tu plato favorito, cocinado por un servidor, y bebimos vino blanco. De postre, te di trufas heladas.

Puede que fuera el ambiente romántico que creamos, o puede que fuera la luna llena, o simplemente estábamos embriagados por el vino, pero de repente te tenía en mis brazos, y tus besos sabían a chocolate y a pasión.

Con dificultad, nos dirigimos al interior de tu casa, y con suavidad, me guiaste hasta tu habitación, en la segunda planta, y con una sonrisilla diabólica que aún hoy me provoca los más dulces escalofríos, te desprendiste de tu vestido y dejaste que viera, por primera vez, tu belleza por entero.

Un beso, dos besos, tres besos. Caímos encima de la cama, un revoltijo de sábanas y de extremidades. De calor.

Tu cuerpo se afanaba a tocar el mío.

Tus manos recorrieron cada centímetro de mi piel, despojándome de mi ropa. Yo hice lo mismo contigo, deshaciéndome de las últimas prendas que cubrían tu maravilloso cuerpo.

Y desnudos, bajo los rayos de la luna que se perdían en tu habitación, a oscuras, nos unimos en un baile antiguo, y tan nuevo a la vez.

Te sentí tan prieta entorno a mí, tan caliente. Sentí tu dolor cuando me deshice del último resquicio de inocencia que quedaba en tu interior. Empujé hasta que llegué a estar enfundado completamente por ti.

Y tus lágrimas rodaron por tus mejillas mientras yo susurraba palabras reconfortantes en tu oído. Y tú, en lugar de pedirme que parara, en lugar de decirme cuánto dolía, me alentaste con tus jadeos, exigiéndome con una súplica murmurada que continuara, que te hiciera mía.

Y me moví. Y seguí moviéndome hasta que noté que te acostumbrabas a mí. Y seguí moviéndome hasta que llegamos al clímax.

Y años después, sigo moviéndome dentro de ti todas las noches.

Porque aquella noche no sólo me entregaste tu inocencia, y yo la mía, sino que me entregaste tu corazón, tu alma y tu vida.

Y sigues sabiendo a trufa.

Notas de la autora: En uno de los reviews me dejasteis que escribiera a partir de la palabra Inocencia, y lo mejor de todo es que yo ya la tenía en mi lista! Espero que os haya gustado, porque la verdad es que me ha costado un poco escribir este relato.
Dejad vuestros comentario, y vuestras sugerencias, que ayudan mucho!!
Saludos, Mery

dilluns, d’octubre 22, 2007

VAYA CLICHÉ

VAYA CLICHÉ (22.10.07)

Disclaimer: Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Hermione estaba sentada en el asiento de la ventana de los cuarteles de los Prefectos, donde vivía desde hacía unos meses, cuando el nuevo año escolar empezó. Había pasado apenas un mes desde que Harry finalmente derrotó a su enemigo. Ese mes había sido, según el héroe, el mejor mes de su vida. Se había deshecho del peligroso hombre que había amenazado, no sólo su propia vida, sino también la de sus amigos.

Hermione no le había visto nunca tan feliz, tan abierto a los demás, sin miedo a mostrar sus emociones. Tal era su determinación para demostrar a todos que estaba bien, que pasaba más tiempo con sus amigos, disfrutando de la vida.

Sin embargo, Hermione había visto algo realmente distinto en Harry. Sus ojos, esos ojos de color verde esmeralda que la hacían derretir, no brillaban como lo hacían antes. Hermione sabía que faltaba algo en la vida de Harry.

No pudo contener la irremediable sensación de disgusto que le recorrió el cuerpo: su Harry, incluso después de tantos años luchando por su vida, no podía tener una existencia completa.

Esos eran los pensamientos que procesaba la mente de Hermione, en esa noche fría de diciembre, una semana antes de que empezaran las vacaciones de Navidad.

A Hermione se le ocurrió la idea de que, si lograba descubrir lo que faltaba en la vida de Harry, ella sería la persona perfecta para ayudarle a conseguirlo, fuera lo que fuera. Estaba escribiendo una larga lista de cosas que Harry podría querer, como una nueva escoba (había perdido la suya, completamente destruida en un partido de Quidditch contra Slytherin al inicio del curso), o quizá querría algún libro en concreto (sobre Defensa contra la Magia Oscura o sobre Transfiguración, dada su insistencia en conocer cualquier cosa relacionada con los Animagos), o, y esa idea era la que Hermione más odiaba, que quisiera una novia.

Ginny y Harry no habían retomado su relación después de la muerte de Voldemort, lo que sorprendió a todo el mundo. Ginny nunca ocultó el hecho de que aún estaba colada por Harry, pero éste no mostró indicios de que aún sintiera algo por la muchacha. Ron había intentado juntarlos de nuevo, pero su plan le salió mal: los hacía sentar juntos durante las comidas, hablaba a Harry sobre ella siempre que se le presentaba la oportunidad, intentaba ponerlo celoso comentado que Dean había dicho que le gustaría salir con Ginny otra vez... pero, al final, Harry no se enteraba de lo que Ron hacía, o simplemente lo ignoraba.

Hermione no recordaba el momento preciso en que se enamoró de su mejor amigo, que no era otro que El niño que salvó, El niño que derrotó, El niño que triunfó, El niño que... y otro montón más de estúpidos apodos que Hermione no podía memorizar. Pero ella sabía algo. Y era que, para ella, él era sólo Harry.

Recordaba a la perfección el día que se dio cuenta de sus sentimientos por él. Los dos se habían escapado del castillo para dar un paseo de noche. Llegaron al lago, donde se sentaron en la hierba. No intercambiaron palabras en su corta caminata, pero no era un silencio incómodo. Hermione estaba tan ensimismada en el cielo, lleno de estrellas y de enormes nubes, que no notó que Harry la estaba mirando con gran atención. Al sentir sus ojos en ella, giró la cabeza para mirarlo, y vio una pequeña sonrisa en sus labios.

Y fue así como Hermione descubrió que estaba enamorada.

El camino de regreso al castillo también fue en profundo silencio, y una vez llegaron a la sala común de los cuarteles que ambos compartían, se separaron para ir a sus habitaciones.

Esa noche Harry desapareció dejando sólo una nota para Hermione, que leía: “Volveré”.

Y una semana después, Harry volvió de la misma manera que se marchó: de noche y en silencio.

Eso había pasado un mes antes, y ella aún tenía problemas para dormir, con tantos pensamientos nublando su mente en medio de la noche, deseando que Harry estuviera sentado a su lado a la hora del desayuno, con una preciosa sonrisa en su rostro, y sus ojos radiantes de feliz, no tristes.

“¿Qué haces despierta tan tarde, Hermione?” Sus pensamientos y sus remembranzas fueron interrumpidas por su voz. “Creía que tenías un examen mañana. ¿No quieres descansar un poco? Sino estarás cansada y no al cien por cien... y sé cuanto te molesta eso...” Harry terminó con una largo bostezo. Estaba tan guapo en pijama, pensó Hermione. Tan tranquilo, sin preocupaciones...

Hermione respondió con una risita. Mirándolo, descubrió que sus ojos no parecían tan tristes como días atrás.

“Me conoces demasiado bien, Harry,” dijo Hermione con una leve sonrisa.

“Claro que te conozco. Eres mi mejor amiga.”

Vaya cliché. La sonrisa de Hermione se esfumó de pronto cuando registró el último comentario. Su mejor amiga... Por supuesto que era su mejor amiga. Había estado a su lado a cada paso que dio, superando todo tipo de dificultades, viviendo las más excitantes y peligrosas aventura, discutiendo sobre qué era lo que debían hacer en una situación determinada, comprendiéndose y reconfortándose mutuamente en los momentos más bajos...

Pero para ella eso no era suficiente. Ella quería más. Quería el paquete entero. Quería que la besara profundamente a la luz de la luna, quería paseos por el bosque con las manos entrelazadas, quería pasar las tardes de invierno delante de la chimenea mientras leían un libro, con una manta cubriéndolos. Quería la pasión que sólo un amante te puede ofrecer: la unión de sus cuerpos, de sus mentes y sus almas, perdidos en el lento baile de su amor... Quería una propuesta de matrimonio entre lágrimas, y un anillo, una boda nocturna en verano, y formar una familia.

De vuelta al presente, Hermione se sorprendió al notar que Harry estaba tan cerca. Se había aproximado a ella, recortando la distancia de los metros que los separaban, hasta que estuvo delante de ella, mirándola como si le hubiera salido otra cabeza.

“Te he llamado cuatro veces, Mione. ¿Qué pasa? ¿Tienes algún problema, cariño?”

Otra cosa más: Harry había empezado a llamarla ‘cariño’ a principios de año. Tampoco le importaba si todos sabían cómo se refería a ella. Después de meses llamándola ‘cariño’, todo el cuerpo estudiantil sabía que ‘cariño’ significaba ‘Hermione’. Fue bastante raro al principio, cuando Harry empezó a llamarla así. No importaba si estaban en clase, o teniendo una acalorada discusión en medio de la sala común de Gryffindor con Ron, o en una charla privada en la soledad de sus habitaciones, como estaban justo en ese instante.

“Sí, tengo un problema,” dijo Hermione. Fue un murmullo, pero había pronunciado esas cuatro palabras con un deje irritable, de lo que se arrepintió cuando ya era tarde para retirarlo. “Lo siento, es que...” suspiró. Y las puertas del dique que había mantenido cerradas, se abrieron de golpe: “¡Merlín, Harry... No sé que hacer!” Hermione tenía la esperanza de que su voz no sonara tan desesperada, pero las lágrimas la traicionaron. Intentando ocultarlas, bajó la cabeza para aclarar la mente. Con voz más calmada, continuó: “Estoy preocupada por ti, Harry,” dijo suavemente.

“¿Por mí?” preguntó Harry, confuso. “No tienes por qué, cariño, estoy perfectamente...” intentó tranquilizarla.

“No, no lo estás, Harry, así que deja de mentirme, por favor...”

Harry suspiró ¡Mujeres!

“¿Por qué piensas que no estoy bien?”

“Porque es obvio que no lo estás.”

“Oh, en serio, ¿y cómo estás tan segura?” saltó el joven.

“Porque cuando te miro, no logro verte, Harry. Te veo, sí, claro, pero no eres tú en verdad. Es todo una patraña. Intentas hacernos creer que lo que ha pasado no te ha afectado. Puedes haber engañado al mundo mágico por entero, Harry, pero nunca conseguirás engañarme a mí...” Respiró lenta y hondamente antes de seguir: “¿Por qué me mientes? ¿Por qué?” sollozó. “¿Es que ya no... ya no confías en mí?”

“Confío en ti, Hermione, siempre.. ¿Cómo puedes pensar lo contrario?”

“¡Entonces dime qué es lo que va mal!” gritó.

“¡Nada!”, respondió él, también a gritos.

“Sí, sí que lo hay... Y si me dices que no, ¿cómo se supone que pueda ayudarte?”

“Puedo cuidarme yo solito, muchas gracias,” respondió Harry agriamente.

“No, no puedes. No de esta forma. Me necesitas. Me necesitas tanto como yo te necesito a ti, Harry...”

“No es cierto.”

“Sí que lo es.”

“Y tú no me necesitas.”

“¡Sí que te necesito, Harry!”

“¿Por qué?”

“¡Porque te amo!” gritó enojada, con lágrimas recorriendo sus sonrosadas mejillas.

Hermione se calló de inmediato, llorando sin darse cuenta. Eso no era lo que quería decir. Pero lo había hecho, y ya no había vuelta atrás. Era una Gryffindor, al fin y al cabo.

“Porque te amo...,” repitió, esta vez con dulzura. Escondió su rostro bajo las sombras que creaba su rizada melena.

Pareció una eternidad, pero sólo había pasado medio minuto cuando Harry habló:

“Mírame, cariño, mírame, por favor...”

Hermione alzó la cabeza, y sus ojos conectaron con los de él instantáneamente. Sus verdes ojos brillaban como nunca.

Sonrió, y Hermione pensó que era la sonrisa más hermosa que había visto en su vida.

Y feliz como un loco, confesó:

“Yo también te amo, cariño...”

Harry, entonces, poseyó la boca de Hermione con la suya, como si le perteneciera.

Lo más gracioso era que ciertamente era suya.

¡Vaya cliché!

Notas de la autora: Escribí esta historia, originalmente en inglés, en junio de 2006. fue mi segundo intento en el mundo del fanfiction, y quería probar cosas, como todo nuevo escritor. Sé que no es un buen fic, pero quería darle una oportunidad. Espero que os haya gustado. Ya sé que es poco fiel a los personajes originales.
¡Gracias por haber dedicado unos minutos a leerlo!
Dejad vuestros comentarios,
Mery

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap8

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (22.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti
.

Heridas

Las heridas que provocaste en mi corazón el día que te marchaste fueron dolorosas y sangraron durante mucho tiempo. Pasé los días sintiendo mi corazón maltrecho, dolorido, en mi pecho, y él pedía por ti en cada latido, sintiendo que nunca sanaría.

Las heridas cicatrizaron, y las cicatrices desaparecieron el día que volviste, pidiendo disculpas y diciendo que cometiste un error al marcharte. Me confesaste que estabas asustada porque tu corazón, amante, se quería entregar a ti sin dudas, y tú no podías rendirte ante tus sentimientos. Pero al fin, después de tantos meses separados, comprendiste que marcharte fue lo mejor que pudiste haber hecho, porque entendiste que no podías vivir un día más sin mí, sin compartir nuestro amor.

Las heridas se reabrieron el día que un conductor, borracho, acabó con tu aliento. Y la vida que habíamos construido juntos, y que había florecido durante cuatro bellas primaveras, se destruyó en un segundo.

Y esta mañana, en que las nubes dejan pasar los débiles rayos de sol, estoy con nuestra hija en mis brazos, inconsciente de lo que ocurre a su alrededor, preguntándose porque hay tanta gente vestida de negro y suplicando, con lágrimas en los ojos, que tú le des la leche, porque tiene hambre.

Y las heridas no cicatrizarán.

Notas de la autora: Lo sé, lo sé. No debería hacerlo sufrir, otra vez, porque Touya no se lo merece. Pero tenemos que ver a Touya en todas sus facetas, sabiendo cuáles son sus sentimientos ante lo bueno y lo malo de la vida.
He recibido muchos mensajes en que me pedís que haga las historias más largas. Cada historia requiere una extensión diferente. Algunas tendrán alrededor de cien palabras y otras ocuparán dos páginas enteras.
Repito que los relatos no tienen relación entre sí, aunque intento que haya cierto sentido de conexión, y que los protagonistas son Touya y Tomoyo. Sé que a muchos esta pareja no os gusta, pero a mí sí, y escribo sobre ella porque hay pocas historias sobre ellos, así que me tomo la libertad de llenar ese vacío yo misma. Sin embargo, habréis notado que en ningún momento digo nombres, o evito hacerlo, y las referencias son inevitables.
Ya tengo todos los relatos escritos, menos uno, la T, que espero que una persona me comunique qué palabra ha escogido.
La próxima letra del abecedario es la I... y he cumplido con una de las sugerencias que me habéis dejado...
Buff, la nota es más larga que el relato en sí... Bueno, que no sirva de precedente.
Dejad vuestros comentario, y vuestras sugerencias, que ayudan mucho!!
Saludos, Mery

diumenge, d’octubre 21, 2007

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap7

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (21.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Gemidos

Las débiles llamas de las velas que había alrededor le daban a tu piel el color del deseo y de la pasión que nos atormentaba.

La noche oscura, el silencio. La habitación iluminada, tu voz.

Nuestros cuerpos unidos en un baile ancestral, guiados sólo por nuestro instinto, hablando en un lenguaje sin gramática ni vocabulario.

Tu pelo negro derramado en el colchón, y tus manos agarrando con fuerza las sábanas bajo tu cuerpo desnudo. Tus ojos, dos orbes de pura excitación bajo mi ser. Tus piernas, enredaderas, en mi cintura. Yo, dentro de ti, poseyéndote.

Y tu boca formando el más bello gemido.

Notas de la autora: De verdad necesito dar explicación...?
Ya tengo prácticamente todo el vocabulario completado, pero estoy algo desilusionada porque no parece que las historias os estén gustando mucho. Sólo una persona me ha regalado su total apoyo y sus maravillosos comentarios capítulo tras capítulo...
Dejad vuestros comentarios, y vuestras sugerencias, que ayudan mucho!!
Saludos, Mery

dissabte, d’octubre 20, 2007

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap6

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (20.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Frío

La tierra húmeda bajo mis pies y la nubes negras sobre mi cabeza. Estaba rodeado por el frío, por la lluvia, por la soledad.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al descubrir que ya nada sería igual. Que los años de felicidad, de amor, de pasión... Que los años que compartimos juntos habían llegado a su fin.

La tierra húmeda bajo mis rodillas, y las nubes negras sobre mi cabeza, sobre tu lápida. Rodeado por el frío, por la lluvia, por la soledad.

Y mi vida, fría como un témpano, porque el calor de mi existencia se marchó contigo.

Notas de la autora: Lo sé, lo sé. No debería hacerlo sufrir, porque mi Touya no se lo merece, pero no todo iba a ser luz y color. En la vida existen las sombras. Existe el dolor.
Dejad vuestros comentario, y vuestras sugerencias, que ayudan mucho!!
Saludos, Mery

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap5

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (18.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Encuentros


Tú y yo siempre tuvimos cierto magnetismo. Siempre tropezándonos el uno con el otro en los lugares más impensables.

Nuestro primer encontronazo fue en una tienda de regalos, en la que estabas admirando una muñeca de porcelana, muy parecida a ti, con el pelo largo y oscuro, los ojos grandes y profundos como dos pozas de agua. De repente suspiraste, te diste la vuelta y chocaste contra mi pecho. Empezaste a pedirme disculpas, pero al alzar tu rostro y darte cuenta de quién era, me sonreíste y, en lugar de una disculpa, me ofreciste la merienda de aquella tarde.

Nuestro tropiezo más ‘sonado’ fue una tarde soleada, en la que habías quedado con mi hermana, y te acercaste al piano, en un rincón del salón, te sentaste en el taburete y empezaste a componer una melodía, dulce y suave como el algodón de azúcar. Me acerqué a ti por la espalda, y al terminar la sencilla canción, cerraste el piano y te levantaste de tu asiento, chocando conmigo una vez más.

“Parece una costumbre,” bromeaste, me regalaste una sonrisa de nuevo, otra costumbre, y esa vez fui yo quien te invitó a merendar.

Una noche estrellada de verano, sentí dentro de mí un quemazón, un deseo, y sentí la irremediable necesidad de ir a verte. Fui hasta tu casa, tu maravillosa casa, pero no entré. Sabía que no estabas dentro. Me dirigí hacia el jardín, al que siempre cuidaste con esmero, dejando tu huella en cada centímetro de tierra, y allí te vi, con un vestido blanco que dejaba ver tus curvas, y tu piel, pálidamente iluminada por la luna creciente, y tu pelo revoloteando al lento suspiro del viento. Me aproximé a ti, silencioso, para no alertarte de mi presencia, y me encontré de nuevo contigo entre mis brazos, con tu cara pegada a mi cuello y tus manos en mi cintura. El calor que despedía tu cuerpo, que despedía tu boca, se apoderaron de mi.

Y esa vez, cuando me miraste, no vi una sonrisa en tu rostro, no vi ninguna disculpa en tus ojos. Pero lo que sí vi fue el más profundo amor y deseo.

Y esa vez, fueron nuestros labios los que chocaron. Una magnífica costumbre.

A día de hoy, nos pasamos las tardes sentados en el banco del piano, tocando, besándonos entre el silencio de blanca y un do, con una muñeca de porcelana mirando desde su rincón en el salón.

Notas de la autora: Si os encontrarais con Touya en una noche de verano bajo un cielo estrellado, cómo querrías pasarla?
Dejad vuestros comentario, y vuestras sugerencias, que ayudan mucho!!
Saludos, Mery

dimecres, d’octubre 17, 2007

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap4

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Domingo

Era una mañana de domingo, y estaba estirado en la cama, cubierto sólo por una fina sábana blanca. Mi respiración era pausada mientras mi mirada estaba fija en la ventana, por la que se veía las nubes negras que cubrían el cielo.

Era una mañana de domingo, y tu estabas estirada a mi lado, en nuestra cama, con una fina sábana de algodón que apenas cubría tu cuerpo. Tu respiración también era pausada, profunda, y olías a lavanda. Tu pelo, enredado, esparcido por tu almohada, embriagante.

Y cuando el cielo encapotado empezó a gotear, yo me giré hacia ti, te cubrí con mi cuerpo, estorbando tu sueño, y te amé aquella mañana lluviosa de domingo.

Notas de la autora: ¿Qué te gustaría hacer una mañana de domingo si a tu lado tienes a un hombre como Touya?
Dejad vuestros comentario, y vuestras sugerencias, que ayudan mucho!!
Saludos, Mery

dilluns, d’octubre 15, 2007

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap3

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (15.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Camino

Durante años hice el mismo camino, todas las mañanas y todas las tardes, desde casa al colegio, y del colegio a casa. Siempre por las mismas calles, girando en las mismas esquinas y tropezándome con las mismas personas, pues se dirigían al mismo destino.

Cuando empecé a ir al instituto, a ruta varió sutilmente, al igual que la compañía. Ya no andaba esos pasos solo, sino que lo hacia con Yukito, a quien conocí el primer día de secundaria. Y, de tanto en tanto, me encontraba siendo el guardaespaldas de mi hermana y de sus amigos, alborotando la tranquilidad que mi amigo y yo habíamos formado en nuestros paseos.

Al dejar mis estudios, y habiendo descubierto la universidad, mi camino se hizo, además, más largo. Tampoco lo hacía a pie, sino que cogía el tren, abarrotado de gente, deseando volver atrás en el tiempo para volver a andar.

Cuatro años después, al finalizar mi carrera, empecé a trabajar en un estudio de Tomoeda, y sólo necesitaba coger el autobús, cuya parada estaba cerca de casa. Temprano, cuando veía la calle llenarse de transeúntes, me detenía bajo la marquesina y observaba a la gente pasar y charlar, dando vida a la ciudad. Y al regresar, por las tardes, fijaba mis ojos en los niños que jugueteaban en el parque, o en las madres que cargaban con la compra, o en los padres, que igual que yo, volvían a casa después de una agotadora jornada.

Y a cada paso que daba, acercándome cada vez más a casa, aquella tarde de primavera, en que se oían los pájaros canturrear suaves melodías, pensé que no importaba cómo de largo era el camino, o si encontraba baches que entorpecían mi trayecto, o si el cansancio provocaba que fuera más lento, porque lo importante no es el camino que recorres, sino tu destino.

Y hoy, y siempre, mi destino eres tú.

Notas de la autora: Porque no importa cuánto cuesta dar ese paso, si al final llegamos donde queremos llegar.
Dejad vuestros comentarios.
Saludos, Mery

diumenge, d’octubre 14, 2007

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap2

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (14.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Besos

Nuestro primer beso supo a palomitas con sal. Tus labios se unieron con los míos, y sentí, por primera vez en mi vida, que estaba exactamente donde tenía que estar.

Nuestro siguiente beso fue mejor. Después del inocente roce de nuestros labios, entraron en juego nuestras traviesas lenguas. La tuya se sentía cálida y suave, intentando reconocer los recovecos de mi boca. Memorizándolos para la siguiente exploración.

Recuerdo un beso apasionado bajo la lluvia, una tarde de estío que te enfadaste conmigo. Tu pelo estaba pegado a tu rostro, enmarcando tus enormes ojos, y tus mejillas estaban encendidas. Tu boca se movía rápidamente, vocalizando palabras que no entendía porque estaba demasiado ensimismado en tu belleza. Tenía que parar el torrente de recriminaciones de alguna forma, así que se me ocurrió callarte con mi boca. Aún no entiendo por qué te enojaste tanto.

En mi mente llegan miles de besos. Besos que se alargaban horas, besos que parecían un suspiro, besos calientes que devorábamos como si no hubiéramos tomado bocado en siglos.

Un beso lento y profundo que te regalé delante de decenas de personas después de que prometiera pasar el resto de mi vida amándote.

Un beso que se rompió entre embestidas, porque tu cuerpo sólo deseaba gemir y jadear de placer.

Un beso en tu frente, húmeda por el sudor y el esfuerzo, que repetí en la frente de la pequeña cabecita que descansaba en tu pecho.

Un beso en una tarde de invierno, sentados en el suelo enfrente del árbol de Navidad, mientras nuestro hijo juega con sus nuevos juguetes, y yo acaricio tu barriga, abultada, deseando que llegue el día en que pueda besar a nuestra niña.

Besos, cada día, para toda la vida.

Notas de la autora: No creo que avisara de esto en el primer capítulo, y es que los relatos NO están conectados entre sí. No existe orden cronológico, y puede que algunas situaciones sean confusas si las intentáis unir a otros capítulos. Intentaré por todos los medios que haya cierta conexión, pero no prometo nada. Al fin y al cabo, aún desconozco el camino que lleva este proyecto.
Dejad vuestros comentarios.
Saludos, Mery

dijous, d’octubre 11, 2007

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap1

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (11.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Aniversario

Recuerdo un día como hoy, hace un año, cuando los dos nos quedamos a solas en la casa, como muchas veces ocurría desde que mi hermana salía con el mocoso. Tú me convenciste para que me quedara a ver una película contigo, los dos sentados en el pequeño sofá. Nuestras manos se encontraban accidentalmente, rozándose ligeramente y provocando que tus mejillas se sonrojaran.

Siempre me daba cuenta de que con sólo tocarte tu rostro se enrojecía. Siempre me daba cuenta de que tu corazón iba a mil por hora cuando estaba tan cerca de ti. Siempre me daba cuenta de que tu lengua humedecía tus carnosos labios cuando te sonreía. Siempre me daba cuenta de que tus ojos me pedían más.

Y no pude hacer otra cosa que rendirme a tus silenciosas súplicas, y en el calor de aquella noche de primavera, cuando las flores empezaban a colorear la ciudad, dejé que mi mano cogiera la tuya, dejé que tu corazón latiera por mí, dejé que tu lengua humedeciera tus labios. Y te di lo que me pediste.

Desde entonces, las palomitas saben mejor.

Notas de la autora: Llegó la ocasión de descubrir que se esconde en le corazón de Touya. Así que, en pocas palabras, y desde la A a la Z, me dispongo a contaros su historia.
Os pido que me deis vuestras ideas, sobre qué palabras os gustaría que el resto de historietas se centrara. Estoy abierta a cualquier sugerencia.
Dejad vuestros comentarios, que, como siempre, son bienvenidos.
Saludos, Mery

dimecres, d’octubre 10, 2007

SOY UNA MUJER

SOY UNA MUJER (10.10.07)

Disclaimer: Harry Potter y su mundo pertenecen a J. K. Rowling.
Resumen: Hermione nos cuenta qué bien sienta ser mujer.


No soy perfecta. Lo sé, y lo reconozco. Por supuesto, tengo mis virtudes y mis defectos, mis debilidades, que no son pocos. Tengo momentos en que obtengo resultados excelentes y, a veces, momentos para nada buenos, en los que se puede observar lo peor que hay en mí.

Soy una mujer honesta, y a la que le gusta la sinceridad. No me gusta cuando los demás no son sinceros conmigo y pretenden engañarme con sus trucos. Prefiero ir con la verdad por delante, aunque eso no significa, precisamente, que no sepa mentir. Porque sé, y lo hago muy bien. Tengo una mente demasiado creativa.

Soy una mujer muy organizada. Me gusta saber si dejo una cosa en un sitio, voy a encontrarla allí cuando la necesite. Me pone de los nervios si alguien me cambia las cosas de lugar. Eso es algo que me saca de quicio. En mi vida como estudiante siempre he creído que ser ordenado era una característica esencial para conseguir unas buenas puntuaciones. Pongo mi propia cabeza como ejemplo a seguir. Me gusta imaginar que en mi cabeza no hay esos sesos viscosos, sino un montón de estanterías y de archivos donde guardo alfabéticamente o por temas todos los conceptos que he aprendido a lo largo de los años. Sin embargo, tanta organización seguro que ha llevado a muchas personas a considerarme, erróneamente, como una mujer aburrida o poco espontánea.

Soy una mujer decidida. No me ando con rodeos. Si quiero algo, me gusta pensar que puedo hacer cualquier cosa con tal de conseguirlo. Eso no quiere decir que siempre lo haga. Porque algo de lo que estoy muy orgullosa es de mi sentido del bien y del mal. Sí, soy una de esas personas a las que les gusta hacer una lista con los pros y los contras. Y no me refiero a hacerla mentalmente, sino que cojo papel y pluma, y empiezo a escribir todos los argumentos que se me ocurren para considerar mi siguiente movimiento. Lo que pocos saben, es que después de hacer la lista, la rompo y hago lo que mi corazón me dicta.

Soy una mujer independiente. Nunca he querido depender de nada o de nadie, pues a medida que creces y vas entendiendo mejor a las personas y al mundo en el que vives, te das cuenta de las traiciones y las decepciones. Eso no significa que seas desconfiada, ni mucho menos. Simplemente, la experiencia te enseña a elegir bien a tus amigos, a descubrir a tus peores enemigos, a enfrentarte a las discusiones y a superar los malos tragos..

Soy una mujer enamorada. Y todo el mundo puede verlo en mis ojos. Oscuros como la noche, pero brillantes como las estrellas que cuelgan en el cielo para iluminarnos en las tinieblas, diría Harry. ¡Ese hombre!

Soy una mujer amada. Muy amada. Siento que el corazón me late más deprisa con sólo pensar en él. Con sólo imaginar sus miradas y sus roces. Con sólo recordar sus palabras susurradas en mi oído o sus manos calientes en los rincones más ocultos de mi ser.

Soy una mujer casada. ¡Al fin! Después de tantos años de amistad, y de unos meses de noviazgo y un corto compromiso (de dos días), me he unido de por vida con el hombre que amo más que a nada en el mundo.

Y me queda aún tanto por vivir, por descubrir... por ser.

Pero quiero y deseo cada paso a su lado. Quiero vivir a su lado, descubrir a su lado... Ser a su lado.

Por ahora, sólo puedo añadir que soy una mujer feliz. Soy una mujer segura de sí misma y que sabe lo que quiere.

Soy Hermione Potter, y quiero a Harry Potter.

Para siempre.

Notas de la autora: No recordaba haber escrito esto, que forma parte de una supuesta serie sobre sentimientos, desde el punto de vista de una mujer distinta de Harry Potter. He empezado con Hermione, y supongo que seguiré con otras chicas. ¡¡Aunque tiempo al tiempo!!

Dejad vuestros comentarios,

Mery.