dilluns, d’octubre 15, 2007

DE LA 'A' A LA 'Z'. Cap3

DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (15.10.07)

Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.

Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.


Camino

Durante años hice el mismo camino, todas las mañanas y todas las tardes, desde casa al colegio, y del colegio a casa. Siempre por las mismas calles, girando en las mismas esquinas y tropezándome con las mismas personas, pues se dirigían al mismo destino.

Cuando empecé a ir al instituto, a ruta varió sutilmente, al igual que la compañía. Ya no andaba esos pasos solo, sino que lo hacia con Yukito, a quien conocí el primer día de secundaria. Y, de tanto en tanto, me encontraba siendo el guardaespaldas de mi hermana y de sus amigos, alborotando la tranquilidad que mi amigo y yo habíamos formado en nuestros paseos.

Al dejar mis estudios, y habiendo descubierto la universidad, mi camino se hizo, además, más largo. Tampoco lo hacía a pie, sino que cogía el tren, abarrotado de gente, deseando volver atrás en el tiempo para volver a andar.

Cuatro años después, al finalizar mi carrera, empecé a trabajar en un estudio de Tomoeda, y sólo necesitaba coger el autobús, cuya parada estaba cerca de casa. Temprano, cuando veía la calle llenarse de transeúntes, me detenía bajo la marquesina y observaba a la gente pasar y charlar, dando vida a la ciudad. Y al regresar, por las tardes, fijaba mis ojos en los niños que jugueteaban en el parque, o en las madres que cargaban con la compra, o en los padres, que igual que yo, volvían a casa después de una agotadora jornada.

Y a cada paso que daba, acercándome cada vez más a casa, aquella tarde de primavera, en que se oían los pájaros canturrear suaves melodías, pensé que no importaba cómo de largo era el camino, o si encontraba baches que entorpecían mi trayecto, o si el cansancio provocaba que fuera más lento, porque lo importante no es el camino que recorres, sino tu destino.

Y hoy, y siempre, mi destino eres tú.

Notas de la autora: Porque no importa cuánto cuesta dar ese paso, si al final llegamos donde queremos llegar.
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Saludos, Mery