DE LA ‘A’ A LA ‘Z’ (26.10.07)
Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.
Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.
Lluvia
La lluvia caía lentamente contra las ventanas, cerradas a cal y canto, de toda la casa. Sólo se oía el rumor constante de las gotas de agua cayendo sobre la ciudad, sobre las cabezas de los desafortunados que se habían visto sorprendidos por la tormenta.
Estaba cómodamente sentado en el sofá, viendo la lluvia caer, cuando de pronto oí la puerta abrirse, y allí estabas tú, empapada, con el pelo mojado pegado a tu rostro, y las gotas resbalando por tus mejillas, por tu cuello, por tu pecho...
La ropa que llevabas se había amoldado a tu figura como un guante, lo que producía un interesante efecto en mí. Se veían tus curvas con tanta claridad, que sentí celos de cualquier hombre que pudiera haberte visto de ese modo bajo el chaparrón.
Tiraste la bolsa en el suelo y te quitaste el vestido, dejando a la vista un hermoso cuerpo cubierto por minúsculas prendas de encaje. Tus pechos intentaban salir de su cobijo en el sostén que transparentaba tus rosados pezones, y tus braguitas no dejaban nada a mi imaginación.
Al fin te miré a la cara y noté una sonrisa dulce y traviesa en tus labios, tentándome a que fuera hacia ti y que te secara con mis besos.
Desde aquel día, siempre te dejas el paraguas en casa.
Disclaimer: Card Captor Sakura pertenece a Clamp.
Resumen: Mi vocabulario está compuesto por ti.
Lluvia
La lluvia caía lentamente contra las ventanas, cerradas a cal y canto, de toda la casa. Sólo se oía el rumor constante de las gotas de agua cayendo sobre la ciudad, sobre las cabezas de los desafortunados que se habían visto sorprendidos por la tormenta.
Estaba cómodamente sentado en el sofá, viendo la lluvia caer, cuando de pronto oí la puerta abrirse, y allí estabas tú, empapada, con el pelo mojado pegado a tu rostro, y las gotas resbalando por tus mejillas, por tu cuello, por tu pecho...
La ropa que llevabas se había amoldado a tu figura como un guante, lo que producía un interesante efecto en mí. Se veían tus curvas con tanta claridad, que sentí celos de cualquier hombre que pudiera haberte visto de ese modo bajo el chaparrón.
Tiraste la bolsa en el suelo y te quitaste el vestido, dejando a la vista un hermoso cuerpo cubierto por minúsculas prendas de encaje. Tus pechos intentaban salir de su cobijo en el sostén que transparentaba tus rosados pezones, y tus braguitas no dejaban nada a mi imaginación.
Al fin te miré a la cara y noté una sonrisa dulce y traviesa en tus labios, tentándome a que fuera hacia ti y que te secara con mis besos.
Desde aquel día, siempre te dejas el paraguas en casa.
Notas de la autora: En serio, qué harías tu si te encontraras a Touya en casa y necesitaras una toalla? Irías a buscarla o dejarías que él se encargara de eso?!!!!
Dejad vuestros comentario, y vuestras sugerencias, que ayudan mucho!!
Saludos, Mery